Richard Meier. La pureza del blanco
Fiel a sus ideas, sus obras abren una discusión acerca de la manifestación de la poesía en la arquitectura.
Richard Meier (1934) es un arquitecto estadounidense de origen judío. Nació en Newark, en el estado de Nueva Jersey. Estudió arquitectura en la Universidad Cornell y a continuación trabajó en varios despachos de arquitectos, entre ellos los de Skidmore, Owings and Merrill y Marcel Breuer, hasta que en 1963 abrió su propio estudio. Meier empezó construyendo casas unifamiliares cuya sencilla elegancia recuerda a las "villas blancas" de los años veinte y treinta.
En su inmensa mayoría, sus edificios son blancos, el color que considera el más puro ya que reúne a todos los demás y va cambiando de tonalidad durante el día. La obra de Richard Meier es un muy buen punto de partida para abrir una discusión acerca de la manifestación de la poesía en la arquitectura.
Desde el principio, Meier ha seguido una línea determinada y permanente en sus proyectos. Ha dejado de lado las tendencias pasajeras y las modas, y se ha mantenido fiel a sus ideas. Aunque sus edificios más recientes muestran un refinamiento respecto a los iniciales, siguen siendo de un mismo estilo inconfundible, en los que Meier concede siempre la misma importancia a la claridad de líneas, a la armonía, a los espacios y a la luz. La organización de sus edificios se basa en tramas geométricas que obedecen a condicionantes de su entorno, y le ayudan en el ordenamiento de los espacios interiores y exteriores.
Según manifiesta Meier, en su obra ha tenido una gran influencia Le Corbusier y Frank Lloyd Wright. Pero también otros arquitectos han sido una referencia para su trabajo. Meier considera que la arquitectura es una disciplina que se encuentra en un continuo flujo, por lo que van cambiando con el paso de los años los arquitectos que marcan estilos y que influencian a los demás.
Uno de los aspectos más interesantes de su arquitectura es su énfasis en dos temas recurrentes: el blanco como textura y la abstracción como lenguaje. Esto se evidencia claramente en dos obras en las que el diseño despliega madurez, elegancia, equilibrio y pureza como resultado de la abstracción, de la experiencia y de la búsqueda de la belleza.
Ha sido distinguido con numerosos premios. En 1984 le fue otorgado el premio Pritzker, el reconocimiento internacional más importante en arquitectura, y en 1997 recibió el máximo galardón estadounidense de su profesión, la medalla de oro del Instituto Americano de Arquitectos.
Entre las casas más importantes hay que señalar la Smith House en Darien, Connecticut (1965-1967), la Saltzman House en East Hampton, Nueva York (1967-1969), la Weinstein House en Old-Westbury, Nueva York (1969-1971), así como la Douglas House, situada en un terreno empinado y boscoso en Harbor Springs, Michigan (1971-1973). Pudo realizar extensos complejos en Nueva York, como las urbanizaciones Twin Parks Northeast Housing (1969-1974) o el Bronx Developmental Center (1970-1977).
Entre los trabajos más logrados de Meier hay que señalar el Atheneum de New Harmony, Indiana, construido entre 1975 y 1979. En los últimos años ha estado ocupado con la construcción de museos, como el High Museum of Art, de Atlanta y el Museum for Kunsthandwerk de Francfort. En 1984 se le encomendó el proyecto del Paul Getty Center en Los Angeles.
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